lunes, 6 de septiembre de 2010

Hunter, la importancia de tener objetivos.

Mi problema con gran parte de los juegos de rol que no pertenecen al género de espada y brujería es lo difusos que son a veces los objetivos del juego. Si estoy jugando a D&D y me dicen que hay un ogro que ha raptado a la hija del alcalde o unas ruinas encantadas en lo más profundo del bosque sé perfectamente qué es lo que tengo que hacer y qué se espera de mi personaje. Sin embargo hay muchísimos juegos en los que no hay unos objetivos definidos. Hay objetivos a largo plazo, claro, normalmente imbricados dentro de la propia ambientación, pero empiezas a jugar y no sábes qué porras hacer a corto plazo. Podríamos definirlos como "juegos en los que el desarrollo del personaje es más importante que el desarrollo de la historia", o "juegos onanistas".

Un objetivo bien definido: Birmania.

Y si hay una línea que explota el "me molo a mí mismo" es el Mundo de Tinieblas. Eres un vampiro y... pues eso, te deprimes, sufres y te zambulles en rollos políticos. Eres un hombre lobo y... pues eso, te enfadas, sufres y te zambulles en rollos políticos. Eres un changeling y... básicamente sufres por ser tan patético. Por eso estaba un poquito reticente a jugar al Hunter, temeroso de que aquello fuera otra competición de "a ver quién los tiene más grandes" (la angustia y el historial). Y todo lo contrario, desde el primer minuto todo el mundo tenía clarísimos sus objetivos que, por una vez y sin que sirva de precedente en un juego del Mundo de Tinieblas, eran los mismos para todos los jugadores. Y nada de jugar a la reactiva esperando a que ocurriera algo que nos sacara de nuestro hastío existencial, antes de darme cuenta estaba caminando por el pasillo de un macabro hospital tarareando "Wayward Son" con un cóctel molotov en la mano.

Aunque parezca mentira no, el de la pandereta no es Alan Moore.

Y todo acabó como tenía que acabar: con quemaduras en el 80% del cuerpo de mi personaje y la firme convicción de que en un juego de rol hacen falta objetivos definidos. Me da la sensación de que últimamente se está disfrazando de exploración psicológica la carencia de ellos.

6 comentarios:

doclusifer dijo...

El chiste de Objetivo Birmania, es mu güeno, solo para entendidos claro.
Bien Huter es el que menos soporto de mundo de tinieblas y resulta similar con hombre lobo, salvando las diferencias claro. Esto es mi opinión y es inamovible, hace poco me hice con mucho material de Demonio, creciéndome que seria otro Hombre lobo, pero me sorprendió, es lo mejor desde la primera edición de Vampiro, recomiendo echarle un vistazo para los curiosos.

Anónimo dijo...

La carencia de "objetivos" sólo fue una forma de salir del molde tradicional, que consistía en cosas concretas, genéricas y que fáciles de comprobar (matar monstruos, conseguir tesoro, desfacer entuertos, etc.).

En muchos otros juegos no es un defecto. Es lo que hay en personajes que no sean esquemáticos. Por ejemplo, ¿cuáles son tus objetivos? Seguro que tienes, pero no están claramente marcados y desde luego son personales. Muchas veces están diluidos entre preferencias, rasgos de carácter, historia personal y demás. Y a veces los persigues y otras los retrasas o te distraes.

El hecho de convertirse en vampiro no cambia demasiado eso. Y aunque haga que a ciertos elementos se les dé más importancia (alimentación, posición entre los demás depredadores), en la medida en la que conserven una mente humana seguirán manteniendo una personalidad compleja con objetivos individuales.

Lato dijo...

eso y que el master (que era yo) es guay.

Ojo que estamos hablando del Hunter de la nueva edición de mundo de tinieblas.

También en este, aunque el objetivo sea común, se puede hacer a los jugadores de diferentes grupos a modo de clanes (aquí llamados conspiraciones), pero, bajo mi punto de vista, mientras que en el vampiro (o similares) primaban por encima de la coterie (grupo de jugadores) aquí se considera (o yo lo hago así) que la célula de cazadores es lo primero.

Anónimo dijo...

Aqui Banda, desde otra realidad:

He jugado durante un rato al mundo de tinieblas y puedo decir una cosa: no me gusta. Tampoco me gusto Exalted.

Y coincido con el maese Velasco, en ese universo de juegos hay que sacar con tirabuzón el sentido de la partida. Aunque el nuevo mundo de tinieblas ofrece cosas interesantes... -aunque le da la libertad a los jugadores de seguir jugando al viejo mundo de tinieblas con las reglas actuales-

Y tambien creo que Hunter es el juego más donyonero de güait guolf: hay algo allá afuera, debemos proteger a la humanidad, si alguien hace un desmadre tenemos que aplacarlo. Con eso el Master se libra de la labor de psicoanalista gratis de 4 a 6 almas que divagan en la más densa de las obscuridades...

Mi única queja con ese juego es que solo estuve en dos sesiones... cuando me iba a reintegrar el master me dijo que habían matado a mi personaje para darle más drama... ¡¡TE ODIO PUTO!!

PD.- Soy feliz de por fin colaborar en este increíble blog de veneno puro =D

doclusifer dijo...

Lato, la cosa cambia si es la "nueva" mundo de tinieblas, por que a mi si me gusta, los libros tiene un cierto regusto a primera edicion, y el del hombre lobo no es tan malo como el anterior( para mi) entonces la cosa cambia ( y bastante)

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

No entiendo muy bien eso de los objetivos difusos. Yo cuando juego al rol no suelo tener objetivos como personaje, si no como jugador, y en realidad mi único objetivo es interpretar.

En cualquier caso, creo que no es cuestión del juego, si no de la partida en sí y de cómo el dj ha pensado en involucrar a los personajes en ella, más que de la ambientación, lo cual, no es más que un mero escenario. En muchos caos las temáticas se repiten incluso entre ambientaciones con algunos ajustes.

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