miércoles, 22 de marzo de 2017

Descent: Road to Legend

El pasado día del padre resultó ser una experiencia bastante cercana a lo que debe ser el Nirvana: me despertaron con un dibujo, me hicieron un desayuno especial con madalenas de chocolate y servilletas decoradas para la ocasión y pasé el día jugando con mis cachorros, entre otras cosas, a Descent, viaje a las tinieblas.

Advertencia: no levante la caja tirando de lumbares, hágalo doblando las rodillas.

Antes de continuar, cabe señalar que Descent no es un juego barato... como todos. Está enmarcado en la tendencia actual de los juegos de mesa, en la que es complicado encontrar un juego por menos de 50 euros y ya no nos sorprende ver cajas de colores en torno a los 75-100 machacantes. Me lo regaló mi santa hermana por mi cumpleaños, y la verdad es que me ha sorprendido gratamente la zapatilla que le estamos dando. La caja empieza a tener marcas, golpes y raspones, lo que, lejos de producirme la angustia del coleccionista maniático, me transmite cierta paz al saber que se trata de heridas de guerra de tanto usarlo.

Descent es un juego de mazmorreo de Fantasy Flight Games (Edge Entertainment en España) ambientado en su ambientación oficial de Terrinoth, una ambientación con menos carisma que Rafa Nadal anunciando una cuenta de ahorros. Pero bueno, tampoco le puedes pedir peras al olmo. Como buen juego de Fantasy Flight está absolutamente sobreproducido, tiene kilos de muñecajos de plástico y componentes que no hacen falta para nada e incluso llegan a molestar. En cuanto al reglamento, también está en la línea de Fantasy Flight: es bastante confuso, hay reglas extrañísimas (sobre todo las de campañas, que parecen el producto de la mente de un loco o el cajón de debajo del de los cubiertos) y hace aguas por todas partes; viene a ser el Imperio Cobra del siglo XXI. Pero, amigos... es bonico, y eso lo compensa todo. ¿A que sí?

Es tan bonico...

En cuanto empezamos a jugar mi hijo (de 8 años, y juega a la perfección) tuvo claro que quería ser el Señor Supremo, por lo que yo asumí el papel de los pobres desgraciados que intentan hacer frente a sus planes. El nivel de dificultad para los héroes es demencial, y encima se va a acentuando a medida que avanza la campaña, ya que cada victoria del Señor Supremo le otorga reliquias y otros beneficios que hacen todavía más difícil la labor de los héroes. Obviamente, mi hijo estaba feliz con esta situación.

Entonces se publicaron las miniexpansiones que permitían jugar sin Señor Supremo, Almas olvidadas y La ira de la naturaleza, en las que el nivel de dificultad ya invitaba a los héroes directamente a suicidarse antes que pasar por los horrores que les esperan. Obviamente, no coló y mi querubín prefirió volver al clásico modo de juego "humilla a tu padre".

Yo me dejo hacer.

Con esto dejamos el juego un poco apartado hasta que descubrí la aplicación Road to legend ENLACE!). Road to legend ocupa el papel del Señor Supremo y te hace una campaña utilizando los componentes de la línea que tengas. Por lo que he visto hasta ahora, el nivel de dificultad es algo más razonable, y además se encarga de gestionarte el mercado de la ciudad, los eventos de viaje entre una misión y otra y, además, te ayuda a llevar un control del oro, los objetos y poderes que vas adquiriendo con el paso del tiempo y que se te olvidan de una partida a otra. Los monstruos se manejan en base a una serie de instrucciones y condicionantes que suelen ser bastante claros y, cuando no, pues nos lo inventamos, como hacemos con el resto de las reglas.

En definitiva, se trata de una aplicación estupenda que alarga la vida al juego gracias a la cual por fin podemos luchar mi chico y yo contra el mal, codo con codo. Eso sí, con la inestimable colaboración de mi hija de 6 años en el papel de los monstruos, porque alguien tiene que tirar los dados por ellos. Y lo mejor de todo es que, una vez terminada la partida, tu niño se puede entretener montando sus propias mazmorras, agarrando el móvil de su padre sin que este se entere y grabando una panorámica con banda sonora compuesta para la ocasión. Atentos al estremecedor documento audiovisual.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

"La locura es muy intensa en mi familia. Mi padre la tiene. Yo la tengo. Mi hermana la tiene...". Gran entrada, edificante y divertida.

TKH-1176 dijo...

xD! Lo del "Imperio Cobra del Siglo XXI" me ha llegado! Y eso que no has jugado a la 1ª edición...De este tipo de juegos mi favorito sigue siendo el Advanced Heroquest, y mira que han pasado años. Supongo que en el fondo es porque el sistema es tan bizarro, que depende de tiradas de ¡Dados de 12 caras! No he vuelto a ver algo semejante. Y dudo mucho que nadie vuelva a hacer algo similar, a excepción quizás del CCM...salvando las distancias eso sí.

Sr. Rojo dijo...

Tu hijo se lo pasa bien, eso es genial.

Cronista dijo...

Y banda sonora de Beethoven, nada menos. Puedes estar bien orgulloso.

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