martes, 16 de febrero de 2021

Encontré los controles de la cámara

Por fin he encontrado los controles manuales de la cámara del móvil. Empiezo a preocuparme. Me acuerdo de cuando mi padre me ponía nervioso porque era incapaz de programar el video. Creo que estoy  ahí. Qué pena, cómo se deterioran los cuerpos y las mentes. El caso es que ya puedo hacer fotos mejores.

Squat de frente.

   

Squat de culo.

He dicho mejores, no buenas. Todavía se me queman un poco, tengo que enfocar mejor y cerrar un poco más el obturador... pero bueno, es un comienzo.


lunes, 25 de enero de 2021

Squat del Caos

Siguiendo con mi tendencia de recuperar viejas glorias de la caja de miniaturas difuntas decidí meterle mano a una de las primeras que pinté, calculo que allá por el año 91: un squat del Caos. Cuando mis amigos y yo empezamos a meternos en el mundillo de Warhammer 40.000 yo elegí la facción de los squats porque tengo muy buen ojo, y me centré además en los del Caos. Me dije: "Estos tienen futuro, no los marines, que son un rollo". Para el Fantasy los que me gustaban eran los fimir. Es un don que tengo. En Warmachine me hice los Skorne para ser competitivo. Total, que la miniatura se encontraba en estas condiciones:


Vapuleado, con la pintura descascarillada, la peana sin rellenar, porque cuando yo era joven no teníamos dinero para relleno, y un brazo desaparecido. Como veis, en aquellos años el pincel seco era el summun de la técnica pictórica.

Lo primero que hice fue meterla en acetona y buscar brazo para el muchacho. Lo de modelar algo queda totalmente fuera de mis posibilidades. Parecía una misión imposible, pero no hay nada que no se encuentre en internet. Si acaso decencia. Tirando de Google di con la marca francesa Uscarl MiniaturesENLACE!), que resulta que no solo hacen brazos y armas de metal para squats, sino que además tienen unos cuantos esculpidos por Kev Adams para poder ampliar tu ejército. ¿Veis como tenían futuro? Yo creo los brazos son un pelín grandes, pero teniendo en cuenta de que se trata de un squat del Caos, se puede justificar la desproporción. Movidas del Caos.

Así quedó el muchacho tras el trabajo de chapa. A la hora de pintarlo elegí los colores del uniforme tradicional squat (rojo, verde y amarillo). A juzgar por la pinza supuse que su corrupción derivaba de Slaanesh y le hice la piel, la pinza y la barba en morados, así como las sombras de los otros colores.

Las fotos, como siempre, una mierda. Yo creo que hasta son mejores las del "Antes". ¿Aprenderé alguna vez a hacer buenas fotos? No.

lunes, 11 de enero de 2021

La restauración de Grom el Panzudo

Al final me lié la manta a la cabeza y me puse con el proyecto Grom. Las miniaturas estaban hechas un Cristo, es una pena que se me pasara hacer las fotos del "antes". Las ruedas del carro y las miniaturas estaban despegadas, un lobo tenía una pata rota, no tenía peana... el carro estaba como si lo hubieran dejado aparcado en las 3.000 viviendas. Empecé por meterlo todo en acetona para quitarle la pintura y los restos de pegamento. Bueno, todo menos los lobos, que al ser de plástico se disuelven. Esos los limpié malamente con alcohol. Luego compré una peana impresa por 3D que no me ha gustado nada. El laminado ese de la impresión 3D me parece un asco; pero bueno, mejor que nada. Y con todas las piezas en mano afronté la heroica tarea de montar una miniatura antigua de metal. No encajaba nada con nada, tuve que torcer algunas piezas con alicates, meter pernos, masilla... en los 80 montar miniaturas era como trabajar en la fragua de un herrero, y aún así me ha quedado un poco estrábico e inestable. No va a aguantar muchos meneos.

Por último me metí con la pintura. He empezado a usar oleos al agua además de los acrílicos con resultados desiguales. En el carro creo que quedaron bastante bien, pero en la piel de Grom y el portaestandarte se nota que no termino de hacerme con ellos. Me arrepiento un poco de no haber sido más clásico, pero habrá que aprender a usarlos.

Aquí está Grom antes de pegarlo en el carro. Normalico, sin fantasías.

El portaestandarte. Sigo sin pillarle el punto al negro. Para el estandarte estuve buceando por internet y vi que un tipo los hacía con tela de lienzo, que me pareció muy buena idea. Compré uno chiquitín en el bazar y lo pinté...

...de un lado con la luna malvada. Recomiendo imprimar el anverso de la tela antes de pintar, no agarra bien la pintura. Y en la otra cara...

...lo que vendría siendo el estandarte de Grom de la ilustración viejuna. La verdad es que fue divertido pintarlo.

Con todo listo y adecentado tocó el montaje y pegado final.


Las fotos, como siempre, un horror. Le dediqué más horas de lo que pensaba que me llevaría, lo que hace que otros de mis proyectos faraónicos, como el gigante de Marauder o la restauración de la catapulta orca queden abandonados hasta que se me olvide esto. Voy a pintar algo pequeño.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Y otra de pastores

Marchando otra de garrapatos. Con estos tres bicharracos fúngicos y sus señores pastores doy por concluida la serie de Kev Adams. Me faltarían los goblins montados en garrapatos saltarines, pero no parecen fáciles de conseguir.


He vuelto a añadirles pedruscos y setas de masilla verde a los pastores para rellenar la gigapeana, y a pelearme con el negro de las túnicas. ¡Qué mal se me da pintar negro, no lo conseguiré en la vida! Hasta me compré una de esas cajas de colores para tontos y cuando la uso me queda mal, me queda gris.

En cuanto a los cabezones con uñas, los he pintado de otros tres colores distintos, a la antigua usanza. Un día de estos les haré auna foto a todos juntos, para que se vea bien la cabalgata del orgullo.



Y con esto pasamos al siguiente proyecto: la restauración de un Grom el Panzudo con su carro de lobos. Tardaré la intemerata en completarlo, así que igual voy colgando fotos del proceso y, entre pieza y pieza, pintaré alguna otra cosa para no acabar aborreciéndolo.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Pastores de garrapatos

Otra incursión a la caja de miniaturas viejunas ha resultado con el hallazgo de unos garrapatos con sus pastores correpondientes. Eso me hizo recordar lo mucho que me gustaban los goblins. No había bichos que me gustaran más cuando empecé a engorrinar miniaturas, e incluso llegué a jugar un campeonato de Blood Bowl con un equipo de goblins (con el desenlace esperado, medio equipo muerto). Lamentablemente, con el tiempo trasladé mis preferencias a otras facciones más "molonas" (y juegos; de hecho, en mi vida he jugado una partida de Warhammer). Así que decidí recuperar un poco de amor goblinoide y darles unas sesiones de chapa y pintura.

Lo primero que hice fue buscar peanas adecuadas en las que montarlos, cuadradicas para los garrapatos y una de caballería para los pastores. Como les va un poco grande y sobra peana por todas partes, decidí rellenársela un poco con un par de pedruscos y unas setas hechas con masilla. Es mi segunda incursión con la masilla, pero estoy bastante satisfecho con su setosidad.

En cuanto al esquema no me he roto la cabeza y he pintado a los pastores como goblins nocturnos de los de toda la vida de dios. Si los diseñadores eligieron ese, quién soy yo para cuestionarles, que casi no tengo estudios.

Me ha llamado la atención el carácter "egipcio" de esta miniatura: hay que verla de perfil, si se pone de frente no se ve nada.

Por su parte, para los garrapatos, en lugar de pintarlos a todos de rojo, preferí el estilo oldhammero tirando a gaypride de un color para cada uno. Así nacieron Naranjito, Citronio y Fresote.



En la caja estaba también el otro modelo de pastores, aunque no había más garrapatos, así que he estado rebuscando por ebay y me he hecho con los tres que faltaban, eso sí, a precio de oro o tóner a color. Los iré pintando poco a poco, en parte por placer, y en parte porque entre pastores y garrapatos me salen 8 miniaturas, lo que podría ser una unidad de 8 guerreros de Saga Age of Magic... Mmm... Goblins...

viernes, 28 de agosto de 2020

Orco de Marauder

Desde que el mundo se colapsó y empezamos a vivir este apocalipsis cutre, mi visión de la vida ha cambiado un poco. Afortunadamente no tenemos nada que lamentar más allá de esa incertidumbre generalizada de la que no se libra nadie: ¿Nos quedaremos sin trabajo? ¿Los niños tendrán colegio? ¿No será mejor que se queden en casa? ¿Cuánto más voy a engordar este invierno? En mi caso soy de esos pocos preocupados con pillar el virus. La idea de pasar un mesecito en un hospital masificado meando en una sonda no me termina de seducir, así que hemos reducido el contacto social a lo estrictamente necesario, ya sabéis: miembros del nucleo familiar y compradores de wallapop. Ni partidas de rol, ni juegos, ni ná. Un poco como antes, pero con la excusa de la pandemia.

Total, que ante la imposibilidad de jugar a nada (si no es con mi hijo, y el pobre ya tiene cosas mejores que hacer que entretener a su padre), mis necesidades a la hora de pintar miniaturas han cambiado. Ya no tengo grandes objetivos como ejércitos o bandas que se van a quedar en la estantería. Y conste que digo "tener objetivos" no "conseguir cumplirlos". Soy un desastre pintando ejércitos. Ahora me dedico a rebuscar entre las cajas de miniaturas a ver qué encuentro, y entre los últimos hallazgos me he topado con un Regimiento Orco de Marauder del año 1991, 29 añitos tienen los bichos, más que Miley Cyrus. Conste que no son míos, sino fruto de la limpieza del trastero de un buen amigo. Agarré uno, lo adecenté, le conseguí un escudo (por wallapop, obviamente), y le pegué unos brochazos.

Vale, no es ninguna maravilla... hoy; pero en el año 1991 si no me dan la Golden Demon hubiera quedado entre los tres primeros. A esto de pintar minis de cuando gobernaba la Thatcher es a lo que se llama "oldhammer", y la verdad es que tiene su punto. Se tarda mucho menos en pintar una miniatura viejuna que una de las de ahora, que están llenas de pijadas y mierdas que tampoco hacen tanta falta. Un troloide de Hordes normal lleva correas, bolsitas, piedritas y amuletos como para poner un puesto de collares en Formentera; y luego se muere con 1 punto de daño. Igual me pinto alguna más. O el regimiento entero...

viernes, 27 de marzo de 2020

Moñecos: Guardia Sepulcral

Poco a poco esto se va convirtiendo en un blog de muñequitos. Los motivos son muchos. En primer lugar, la clásica falta de tiempo libre. Tengo poco, y el poco que tengo lo dedico a traducir o escribir para nuestra nimioeditorial. Lo que me lleva al segundo motivo: al formar parte de una editorial, las reseñas pasaditas de rosca pueden perjudicar el trabajo de otras personas. Ser un cretino no es una gran estrategia de marketing, así que mejor me guardo las gracietas. Y por último juego cada vez menos y, cuando lo hago, suele ser para hacer pruebas de juego de alguno de nuestros productos, que son magníficos, bien lo sabéis; pero se me hace raro estar hablando siempre de nuestro peludo ombligo. Por lo tanto... pinto muñequitos y si me da por ahí cuelgo las fotos. Es el caso de la...

¡Guardia Sepulcral! De Shadespire. Ya sé que no son una rabiosa novedad, pero tengo mis tiempos. Además, son siete miniaturas, que eso para mí es un regimiento. Decidí pintarlas de morado, un color que en mi mente es de lo más vivo, pero luego me queda siempre muy oscuro. No consigo dar con el tono, pero bueno.

Estos son los tres masillas:



Como podéis comprobar, hago unas fotos tan malas que hasta me salen los fondos de distintos colores. No me preguntéis cómo lo consigo, es un don de Dios. Luego tenemos a los esqueletos con nombre:

El segador.

El campeón.

Y el príncipe de nosequé movidas.

Y el jefazo:


El esculpido de la capa es una pasada. Mira que los de Games Workshop me caen gordos y el reglamento de sus juegos me parece un horror (salvo contadísimas excepciones, como el Shadespire), pero hay que reconocer que trabajan el plástico como nadie.

Y por último la foto de familia, para que se vea gente:


Madre mía, qué fotos más malas hago... Ni con filtros... En fin, ya solo me queda hacerles una baraja e intentar aprender a jugar con ellos sin darle un chorro de puntos de victoria a mi adversario por todos los esqueletos que desmonta durante la partida.