miércoles, 6 de abril de 2011

A caballo regalado, devuélvelo que te han timado.

El caballo... ese gran desconocido, el gran damnificado de los juegos de rol de fantasía medieval. ¿Sirve para algo un caballo? Para nada. Esas clases que te dan una montura con la que haces cosas chachis, les enseñas a que te esperen bajo la ventana del prostíbulo, silbas y se liberan de sus ataduras a bocados para acudir corriendo a donde estás tú tirando la puerta abajo con sus poderosos cascos, suman con la patita y arrean cómicas coces con las que tiran a los cuatreros al abrevadero dan auténtica pena. Tener un caballo es como tener una mobilette, sólo te sirve para llegar a la puerta del dungeon y dejarlo ahí atado a una farola con la cadena y el candado. Y rezar para que no te la roben.

Representación gráfica del famoso dicho:
más aburrido que un caballo en la puerta de un dungeon.
Me aburroooooooo... eeeoooo...

Lo que por otra parte es bastante lógico. Caballos, leones, búfalos y otros simpáticos animales de compañía tienen unas dimensiones que, asumámoslo, por más fantástica que sea la ambientación en la que estamos jugando los genios del mal hacen guaridas con dimensiones a escala humana. Un caballo en el pasillo de un dungeon resulta... entorpecedor en el mejor de los casos. Como se active una trampa y haya que darse la vuelta de ahí no salen ni las moscas que le comen las legañas y, ¿de verdad alguien va a combatir desde una montura metido en un salón? Tirando sillas, mesas... perdón, disculpe, lo siento caballero, tengo que subirme a mi caballo... sí, sí, lo recojo luego.

Os habéis fijado, ¿verdad? El caballo es de mentira... ji, ji, ji...
Porque os habéis fijado en el caballo, ¿no?

Sólo hay una forma de engañar a la lógica y las leyes de la física: hacerte un halfling o un gnomo (con lo que nos gustan, ¿verdad?) y tomar un perro como montura. Sólo así se puede ir montado en espacios cerrados sin que cante La Traviata. Lo malo es que, reconozcámoslo, como ideal de caballero andante un enano descalzo subido en un perro... como que pierde.

14 comentarios:

Athal Bert dijo...

Tienes bastante razón, y los jugadores al final lo saben... pero... ¿y si les montas la siguiente partida en las estepas y que necesiten por cojones caballos?

Max dijo...

Hombre, en Pendragon el tema de los caballos tiene su gracia... :P

Cubano dijo...

En Pendragón el tema de los caballos no es que tenga su aquel, es que puede ser un problema: el de monta, el de batalla, el de cada escudero, el del paje y los de carga (uno o dos).

Vito dijo...

Hombre, si tus partidas consisten en ir de dungeon en dungeon, pues sí, una montura es bastante inútil, pero hay vida fuera de ellos. Pueden llegar a ser bastante importantes si hay viajes largos (y no sólo para ahorrar tiempo "intrajuego", mis PJs una vez tuvieron que cruzar un desierto y habrían palmado de no haber sido por los camellos), persecuciones, o combates al aire libre (una carga a caballo no es tontería, sobre todo con una lanza de caballería).

El Dungeon Master dijo...

¿Y que me decis de un Gnomo en un sapo gigante? Eso tiene más gracia, y podría llamarse "El señor de los sapos" XD

Sendel dijo...

Conclusión... mejor ir andando.

Midas dijo...

Yo es que estoy bastante en contra de las monturas...justamente por todas aquellas cosas que citas en el texto: Por inútiles básicamente. Y lo peor de todo es que si te ha tocado un druida date por jodido, por que te intentará emplastar allí donde pueda su furibunda y enorme mascota...E ir con un oso a lo largo y ancho de una urbe civilizada...desastre seguro.

Bandalf El Chamagoso dijo...

Carajo maese, ¿como logras escupir tanta sabiduría y, aun así, guardas algo que contar para otro día?
(Después de mi labor de lamebotas)

Me ha hecho reír eso de que para usar una montura dentro de un dungeon, resulta conveniente hacerse un jalflin con un perro...

¡PORQUÉ YO HICE ESO!

Ragna dijo...

Bueno, por si no lo conociais, todo lo que un jugador debe saber sobre caballos

http://dangerousbrian.blogspot.com/2011/01/what-every-gamer-needs-to-know-about.html

Vereis como lo de los Dungeons se convierte en el menor de los problemas...

doclusifer dijo...

Por eso en Forgotem hay portales, y por eso en Eberron hay monorailes. Sepa dioses del rol cuantas veces hemos hecho lo de los caballas, en los juegos de fantasía épica y derivados, pero es inoperante , si asta en los MMRPG lo saben, nada de caballos, si quieres montarte algo pásate por el burdel

Rafael Velis dijo...

Es cierto, de hecho en todas mis partidas solo una vez me sirvió de algo un caballo, pero claro era un rohirrim jeejeejee

Mackay dijo...

Una cosa que veo con el tema del caballo, es que a medida que avanza ya no es un caballo, es una carreta, de la carreta al carro/tanque reforzado con escudos a lo Equipo A... de eso pasas a la caravana, con mujeres, churumbeles y demas... al final parece mas una tribu nomada antes que un grupo de aventureros...

Anónimo dijo...

Creo que si, el caballo tiene poco papel, solo se acordaran de el cuando tengan que ir de un lado a otro y la distancia sea larga y no exista algun otro medio. En las batallas campales, una carga es interesante pero en niveles bajo a pie deben de andar y en niveles altos, pues son niveles altos y sienten que un simple caballo no va con ellos.

Al final es un recurso pero de poca utilidad.

Chema Pamundi y su Yeti dijo...

Poca coña con los gnomos. Hace años yo llevé un gnomo Guerrero en AD&D. Maurice Chevalier, se llamaba. El tipo quería ser paladín, y recorría los Reinos Olvidados buscando alguna orden de caballería dispuesta a aceptarle (y no entendía porque le mandaban a la mierda en todas). Aparte de ser una bestia parda en combate cerrado (dos espadas cortas, Fuerza 18/00, Clase de Armadura mareante; una cosa horrorosa...) montaba un caballo de guerra particularmente enorme, al que se subía mediante una escalerilla desplegable. Por tanto, cada vez que llegábamos a un dungeon tenía el mismo problema que los demás personajes del grupo.

Gran tipo, Maurice...

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