Pasamos al libro dedicado a la labor del director de juego. Se trata de un manual bastante extenso y exhaustivo, con todo un tratado sobre la labor de dirección y creación de partidas, todo muy teórico y muy sesudo. Una lectura recomendada tanto para directores noveles como para aquellos que pensamos que lo sabemos todo. El autor es absolutamente partidario de generar un entorno de aventuras tipo sandbox y abomina del encarrilamiento. Se tira todo el libro criticando el encarrilamiento, diciendo que el encarrilamiento es una abominación, dando consejos para evitar el encarrilamiento y luego termina su tesis con una aventura introductoria que es puro encarrilamiento.
Sí, yo me quedé igual.
En la portada podemos ver la impresionante ilustración de un... es... parece...
lo del suelo es gente carbonizada, eso seguro.
Y llegamos al bestiario, instrumento fundamental para cualquier director de juego. No hay. ¿Comorl? Que no hay. ¿Comorl? Que un bestiario es una vulgaridad. ¿Comorl? Que para conseguir la atmósfera de ominosidad y opresión ideal del género Weird Fantasy no debe haber dos monstruos iguales y ser todos creaciones originales del director de juego. ¡Aaaaaaah, qué bueno! Entonces te da una guía para crear tus propios seres horripilantes. Eeeh... no. Bueno, un poco, pero no demasiado. Lamentablemente nos encontramos ante un claro ejemplo de "con lo bien que ibas" ya que, si bien la intención es buena, no le había costado nada poner unos cuantos ejemplos de bichos para que los jugadores noveles supieran por dónde meter mano a este asunto. Yo sé hacer bichos para D&D, pero porque soy un friki cuarentón, pero para un chaval que se acerca por primera vez al rol, los ojos sacados y las vísceras que se salen por el orificio anal... un imposible.

...y así fue como la princesa le arrancó un ojo con los dientes
y se lo dio de comer a los cerdos. ¡Me encantan los libros picantones de papá!
Conclusiones: de todo esto extraigo una serie de importantísimas conclusiones.
La primera de ellas, y más importante, es que me aburre escribir reseñas tan largas. Yo creo que esta es la última vez.
En cuanto al juego, muy recomendable. Lástima de ilustraciones. Sí, lástima. Me parece que le perjudican y convierten un producto ideal para iniciar a los jóvenes en un libro que va a criar polvo en la estantería más alta de la casa, entre "Histoira de O" y "Mein kampf", al lado de la edición del Kamasutra que te compraste de oferta en el VIPs.
Plantea el tema de la falsa escalada de poder, un fenómeno propio de D&D 3.0 y posteriores especialmente acentuado en 4ª por el cual, por más que subas de nivel y mejoren tus habilidades siempre tienes que sacar un 15 para impactar a los bichos porque a ellos les va subiendo la CA, o un 15 para superar una prueba de habilidad porque la dificultad va a aumentando según vas subiendo de nivel. En
LotFP se quitan la careta. ¿Para qué aumentar el ataque si también va a aumentar la CA? ¿Para que dar distintas dificultades a las tiradas de habilidad si siempre hay que sacar lo mismo? Aquí las puertas secretas están o no están, no es que estén con una dificultad u otra. Y a mí me parece bien, me da que pensar.
Y por último: a lo que quería jugar Raggi es a
"La llamada de Cthulhu", que alguien le pase un ejemplar, por favor.