lunes, 22 de junio de 2015

Morituri te salutant

Con estas palabras me saludaron los jugadores en el Free RPG Day instantes antes de comenzar a jugar el embudo de Dungeon Crawl Classics que lleva por título El éxtasis del oro.

Es mentira, pero dejad que me lo flipe.

¿Puedo hablar de éxito de convocatoria? Sí, no seamos modestos y llamémoslo así: "abrumador éxito de convocatoria". Ni más ni menos que 13 jugadores se acercaron hasta los sótanos de Generación-X en la Calle Puebla el pasado sábado 20 de junio. ¡13! ¡Chúpate esa, Steve Aoki! Creo que hemos doblado la asistencia del año pasado en la que no sólo no pudimos llenar dos mesas, sino que yo mismo jugué en la de Jose.

El que está de pie es un personaje de D&D, 
 los de DCC son los que están chupando tierra.

A lo que iba: "Morituri te salutant" o, para los menores de 20, "los que van a morir te saludan", palabras con las que los gladiadores se dirigían al César sabiendo que muchos de ellos no iban a salir vivos de la arena y que deberían utilizar todos aquellos que se dispongan a jugar un embudo de DCC, esas alegres partidas para personajes de nivel 0 que se convierten en auténticas carnicerías. El formato embudo me parece el más adecuado para jornadas. Las aventuras suelen tener una duración muy ajustada, para resolver en tres o cuatro horas. Además, como los personajes son tan tristes y no tienen habilidades especiales de ningún tipo, no hay que explicar básicamente ninguna regla más allá que la que explica los usos de la característica de Suerte. Se trata de aventuras que presentan situaciones y adversarios que no resultarían desafiantes a héroes hechos y derechos pero que a un mozo de caballerizas, una huérfana y un soplador de vidrio podrían (y deberían) costarles la vida. En ningún otro tipo de partida mazmorrera vas a escuchar cosas como: "¿Cuatro kobolds?" ¡Corramos!".

Este era el punto de partida de El éxtasis del oro:

Los vecinos de Pasombrío se han vuelto emprendedores y han decidido expandir su economía dedicándose a la minería, aun a pesar de que el único minero que hay en todo el pueblo es un recién llegado que dice haberse dedicado a ella en el pasado. Hace unas semanas encontraron una veta de carbón mineral en una de las montañas cercanas y comenzaron con la explotación. Lamentablemente terminó por ocurrir lo que ya se veía venir: un derrumbamiento que ha dejado a un grupo de mineros atrapados en el interior de la mina. El tiempo apremia. El alcalde reúne a un grupo de arrojados vecinos y comienzan las labores de rescate.

Y este el resultado: 

De 20 personajes que se adentraron en las minas sólo salieron 4. 16 fiambres y un perro, Paella, que está en el cielo oliéndole el culo a Excálibur. No está mal para un embudo.

Antes...

...después.

Así que ahí estuvimos, tomando el fresco en la mazmorra, tirando dados para no morir y echando la mañana del sábado. El ambiente fue muy distendido, los jugadores entendieron perfectamente el tono del DCC y actuaron en consecuencia y, al final, se repartieron premios y se sirvió un vino español.

Premios, por cierto, cortesía de Goodman Games, que nos proporcionó los portaminas, chapitas y pijadas habituales; Phlogiston Books, que entregó de forma totalmente desinteresada 4 módulos de Los Salones Verticales, qué gente más maja, de verdad, quiénes serán; e Instant Dungeon, que engrosó los premios con algunas piezas de sus mazmorras magnéticas. Pobre Javi, estuvo toda la partida intentando que montara mazmorras pero es que yo... soy de papelajo y pizarrica, qué le vamos a hacer.

Muchas gracias a todos los asistentes y espero veros en la próxima microjornada con una aventura que, a petición popular (gente que ya está hasta las pelotas de llevar campesinos), será para personajazos de nivel 1.

6 comentarios:

Arcanista Astral dijo...

Mereció ir sólo por el portaminas claramente.

Carlos de la Cruz dijo...

Soy parte del popular grupo de habituales jugadores de DCC que está harto de ver morir a sus campesinos de nivel 0. ¡Dadme un PJ de nivel 1 ya, copón! ¡Que se va a morir igual, ya lo sé! ¡Pero por cambiar!

En serio, un placer conocerle al fin en persona, señor Velasco ;).

Yo estaba en la otra mesa. La de la escenografía to guapa.

Rubotron dijo...

Una gozada de introducción al DCC. Nunca pensé que una turba de aldeanos destilará tanta "epicidad" en una mina carbonera.
Paella. El mejor personaje, sin dudarlo (y creo que el único con nombre propio).

jose masaga dijo...

El mejor indicativo: las risas y los vítores no dejaron de brotar de la mesa de Velasco. Esto es equiparable al "dámelo todo" en otras circunstancias, por compararlo con otra cosa.

Ronin, Er Padawan dijo...

La verdad es que fué una gozada.encantado de haber participado y por supuesto de ser uno de los afortunados que se llevó uno de los ejemplares de Los Salones Verticales. Gran partida, y me alegra saber que la próxima vez llevaremos personajes de nivel 1. Un saludo.

Unknown dijo...

Eh, que yo vine a hablar de mi libro, digo de mis dungeons!!! En fin, estoy tan contento de haber interpretado a Paella, que todo lo demás no importa, ni siquiera haber muerto con el sacaliendres (escolopendra? asuranceturix? vaya con el nombrecico) que la experiencia fue muy grata. Gracias por dejarme venir el año anterior, éste y el año que viene, también. :-)

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