viernes, 27 de marzo de 2020

Moñecos: Guardia Sepulcral

Poco a poco esto se va convirtiendo en un blog de muñequitos. Los motivos son muchos. En primer lugar, la clásica falta de tiempo libre. Tengo poco, y el poco que tengo lo dedico a traducir o escribir para nuestra nimioeditorial. Lo que me lleva al segundo motivo: al formar parte de una editorial, las reseñas pasaditas de rosca pueden perjudicar el trabajo de otras personas. Ser un cretino no es una gran estrategia de marketing, así que mejor me guardo las gracietas. Y por último juego cada vez menos y, cuando lo hago, suele ser para hacer pruebas de juego de alguno de nuestros productos, que son magníficos, bien lo sabéis; pero se me hace raro estar hablando siempre de nuestro peludo ombligo. Por lo tanto... pinto muñequitos y si me da por ahí cuelgo las fotos. Es el caso de la...

¡Guardia Sepulcral! De Shadespire. Ya sé que no son una rabiosa novedad, pero tengo mis tiempos. Además, son siete miniaturas, que eso para mí es un regimiento. Decidí pintarlas de morado, un color que en mi mente es de lo más vivo, pero luego me queda siempre muy oscuro. No consigo dar con el tono, pero bueno.

Estos son los tres masillas:



Como podéis comprobar, hago unas fotos tan malas que hasta me salen los fondos de distintos colores. No me preguntéis cómo lo consigo, es un don de Dios. Luego tenemos a los esqueletos con nombre:

El segador.

El campeón.

Y el príncipe de nosequé movidas.

Y el jefazo:


El esculpido de la capa es una pasada. Mira que los de Games Workshop me caen gordos y el reglamento de sus juegos me parece un horror (salvo contadísimas excepciones, como el Shadespire), pero hay que reconocer que trabajan el plástico como nadie.

Y por último la foto de familia, para que se vea gente:


Madre mía, qué fotos más malas hago... Ni con filtros... En fin, ya solo me queda hacerles una baraja e intentar aprender a jugar con ellos sin darle un chorro de puntos de victoria a mi adversario por todos los esqueletos que desmonta durante la partida.

martes, 17 de marzo de 2020

Proyecto Saga: Vikingos vs Anglodaneses, la batalla de Grömenagüer

¡Lo conseguí! He terminado de pintar las 78 miniaturas de 15mm que conforman mis dos bandas de Saga: 78 minitauras, 41 Vikingos y 37 Anglodaneses. Todas muy, muy feas. Las únicas que se salvan un poco son la caballería bretona de Essex; pero yo creo que es por los caballos, que están bastante decentes. Para celebrar tamaña gesta jugamos una partida. El tapete lo mandé hacer a medida, ahora no me acuerdo dónde, pero fue bastante barato. La casa es de 4Ground (¡ENLACE!), que tiene una serie de 15mm. Los arbolicos los pedí por Amazon y los monté sobre una peana de movimiento de unidades, para poder quitarlos y ponerlos si molestan a la hora de colocar las miniaturas dentro. Y el sembrado es un trozo de cartón de una caja de huevos que ya adecentaré un poco. En general, mi sensación es que todo es más fácil y rápido de hacer en 15mm.

El campo de batalla en todo su minúsculo esplendor.

La casita. Aquí vive la abuelita, que está malita.

El bosque tenebroso y el terreno con matorrales también tenebrosos.

Flanco derecho de los vikingos.
Aquí están los berserkers, comiendo setas antes de la batalla.

Y aquí el flanco izquierdo, con la leva de arqueros reguleros.

Y aquí mis dados y reglas de medir caseros y un pinchito que me preparó mi hija.

Para ser nuestra primera partida a 6 puntos, con unidades especiales y mercenarios, la cosa fue rápida y fluida. El reglamento es bastante sencillo, y son las hojas de facción las que le dan locos giros a la batalla. Como era de esperar, los vikingos de mi hijo me aplastaron. La caballería no pudo ni decir "Hola, ¿te gusta mi burra?" antes de que los berserkers la dejaran hecha carne mechá. Solo pude remontar un poco cuando empecé a enteder mi hoja de facción y envié al caudillo en persona a repartir amor con la habilidad Señor de las Islas. Intentaré aprovechar la cuarentena para jugar alguna otra partida y ya estoy dándole vueltas a cuáles serán las siguientes bandas. No sé si tirarme a Bizantinos o meternos en la Edad de la Magia, que la serie Demonworld de Ral Partha es bastante buena.

Un sacerdote de 15mm de Demonworld dando el alto
 a uno que se salta la cuarentena.

Comparativa con un vikingo de Baueda.
Las minis de Demonworld salen bastante bien paradas en el horrorómetro.
Por lo menos tienen cara.