¡Guardia Sepulcral! De Shadespire. Ya sé que no son una rabiosa novedad, pero tengo mis tiempos. Además, son siete miniaturas, que eso para mí es un regimiento. Decidí pintarlas de morado, un color que en mi mente es de lo más vivo, pero luego me queda siempre muy oscuro. No consigo dar con el tono, pero bueno.
Estos son los tres masillas:
Como podéis comprobar, hago unas fotos tan malas que hasta me salen los fondos de distintos colores. No me preguntéis cómo lo consigo, es un don de Dios. Luego tenemos a los esqueletos con nombre:
El segador.
El campeón.
Y el príncipe de nosequé movidas.
Y el jefazo:
El esculpido de la capa es una pasada. Mira que los de Games Workshop me caen gordos y el reglamento de sus juegos me parece un horror (salvo contadísimas excepciones, como el Shadespire), pero hay que reconocer que trabajan el plástico como nadie.
Y por último la foto de familia, para que se vea gente:
Madre mía, qué fotos más malas hago... Ni con filtros... En fin, ya solo me queda hacerles una baraja e intentar aprender a jugar con ellos sin darle un chorro de puntos de victoria a mi adversario por todos los esqueletos que desmonta durante la partida.
3 comentarios:
Lo peor de todo es eso de que no juegas, o al menos a nada que no sean playtest (que por muy divertido que sean no deja de ser trabajo).
Hace tiempo que no escribes una entrada, estas bien?...
Sí, es solo que el blog ha perdido fuelle. Nada grave.
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