lunes, 25 de enero de 2021

Squat del Caos

Siguiendo con mi tendencia de recuperar viejas glorias de la caja de miniaturas difuntas decidí meterle mano a una de las primeras que pinté, calculo que allá por el año 91: un squat del Caos. Cuando mis amigos y yo empezamos a meternos en el mundillo de Warhammer 40.000 yo elegí la facción de los squats porque tengo muy buen ojo, y me centré además en los del Caos. Me dije: "Estos tienen futuro, no los marines, que son un rollo". Para el Fantasy los que me gustaban eran los fimir. Es un don que tengo. En Warmachine me hice los Skorne para ser competitivo. Total, que la miniatura se encontraba en estas condiciones:


Vapuleado, con la pintura descascarillada, la peana sin rellenar, porque cuando yo era joven no teníamos dinero para relleno, y un brazo desaparecido. Como veis, en aquellos años el pincel seco era el summun de la técnica pictórica.

Lo primero que hice fue meterla en acetona y buscar brazo para el muchacho. Lo de modelar algo queda totalmente fuera de mis posibilidades. Parecía una misión imposible, pero no hay nada que no se encuentre en internet. Si acaso decencia. Tirando de Google di con la marca francesa Uscarl MiniaturesENLACE!), que resulta que no solo hacen brazos y armas de metal para squats, sino que además tienen unos cuantos esculpidos por Kev Adams para poder ampliar tu ejército. ¿Veis como tenían futuro? Yo creo los brazos son un pelín grandes, pero teniendo en cuenta de que se trata de un squat del Caos, se puede justificar la desproporción. Movidas del Caos.

Así quedó el muchacho tras el trabajo de chapa. A la hora de pintarlo elegí los colores del uniforme tradicional squat (rojo, verde y amarillo). A juzgar por la pinza supuse que su corrupción derivaba de Slaanesh y le hice la piel, la pinza y la barba en morados, así como las sombras de los otros colores.

Las fotos, como siempre, una mierda. Yo creo que hasta son mejores las del "Antes". ¿Aprenderé alguna vez a hacer buenas fotos? No.

lunes, 11 de enero de 2021

La restauración de Grom el Panzudo

Al final me lié la manta a la cabeza y me puse con el proyecto Grom. Las miniaturas estaban hechas un Cristo, es una pena que se me pasara hacer las fotos del "antes". Las ruedas del carro y las miniaturas estaban despegadas, un lobo tenía una pata rota, no tenía peana... el carro estaba como si lo hubieran dejado aparcado en las 3.000 viviendas. Empecé por meterlo todo en acetona para quitarle la pintura y los restos de pegamento. Bueno, todo menos los lobos, que al ser de plástico se disuelven. Esos los limpié malamente con alcohol. Luego compré una peana impresa por 3D que no me ha gustado nada. El laminado ese de la impresión 3D me parece un asco; pero bueno, mejor que nada. Y con todas las piezas en mano afronté la heroica tarea de montar una miniatura antigua de metal. No encajaba nada con nada, tuve que torcer algunas piezas con alicates, meter pernos, masilla... en los 80 montar miniaturas era como trabajar en la fragua de un herrero, y aún así me ha quedado un poco estrábico e inestable. No va a aguantar muchos meneos.

Por último me metí con la pintura. He empezado a usar oleos al agua además de los acrílicos con resultados desiguales. En el carro creo que quedaron bastante bien, pero en la piel de Grom y el portaestandarte se nota que no termino de hacerme con ellos. Me arrepiento un poco de no haber sido más clásico, pero habrá que aprender a usarlos.

Aquí está Grom antes de pegarlo en el carro. Normalico, sin fantasías.

El portaestandarte. Sigo sin pillarle el punto al negro. Para el estandarte estuve buceando por internet y vi que un tipo los hacía con tela de lienzo, que me pareció muy buena idea. Compré uno chiquitín en el bazar y lo pinté...

...de un lado con la luna malvada. Recomiendo imprimar el anverso de la tela antes de pintar, no agarra bien la pintura. Y en la otra cara...

...lo que vendría siendo el estandarte de Grom de la ilustración viejuna. La verdad es que fue divertido pintarlo.

Con todo listo y adecentado tocó el montaje y pegado final.


Las fotos, como siempre, un horror. Le dediqué más horas de lo que pensaba que me llevaría, lo que hace que otros de mis proyectos faraónicos, como el gigante de Marauder o la restauración de la catapulta orca queden abandonados hasta que se me olvide esto. Voy a pintar algo pequeño.